La Organización Mundial de la Salud ha propuesto una estrategia global sobre regímen alimentario y actividad física desde el año 2004, instando a los estados y países miembros de la Organización a implementarla. El desafío para los gobiernos es conseguir el cambio conductual de la sociedad y de los individuos, que permita disminuir la obesidad y las enfermedades crónicas no transmisibles.
La Estrategia EGO- CHILE es una invitación formal a diferentes instancias nacionales a sumarse a la realización de acciones que generen las condiciones para el fomento y la promoción de estilos de vida saludables a lo largo de la vida, para la prevención de la obesidad y otras enfermedades crónicas, en las cuales la industria alimentaria y otras afines tienen una rol preponderante.
La estrategia, diseñada por el Ministerio de Salud, busca coordinar iniciativas de distintos sectores de la sociedad orientadas a prevenir la obesidad y promocionar la alimentación sana y actividad física regular en todas las edades. Para ello ha definido distintos ámbitos: Sanitario, Escolar, Deportes, Sociedad Civil, Comunitario y Familiar, Académico y Sociedades Científicas, Empresarial y Comunicaciones. El objetivo es que los actores de los ámbitos público y privado efectúen acuerdos y compromisos voluntarios, recomendaciones, autorregulaciones, regulaciones y alianzas. Se busca que las instituciones del Estado, el sector privado, el parlamento y otros, trabajen conjuntamente para fomentar políticas, legislaciones y programas destinados a mejorar los hábitos alimentarios y aumentar la actividad física en la población, tomando en consideración los determinantes sociales y culturales, de manera que integren los principios de sostenibilidad, participación social y equidad.
Cualquier persona puede realizar acciones para combatir la obesidad en su hogar, lugar de estudio o trabajo, o su comunidad. El cambio de los hábitos de alimentación y actividad física corresponde a un desafío de cambio cultural que necesariamente involucra a todos los ciudadanos, la suma de pequeños esfuerzos redundará en la construcción de entornos propicios para una alimentación más equilibrada y una vida menos sedentaria.